Peluquería Jordi Catalá

LOS NUEVOS TIEMPOS

Parecía que no llegaría nunca... llevaba varios meses casi un año, con proyectos de cambio. 

Hoy por hoy es una utopía lo que hace unos años era posible. La época en que vivimos se convierte en un camino lleno de obstáculos, la cartera de clientes y el volumen de negocio se limita a lo que dan de si solo dos manos... y lamentablemente los impuestos y los gastos de mantenimiento hacen que el cambio no sea opcional, primero porque vivo por y para mi trabajo y después de 30 años en la profesión me niego a tirar la toalla. si los tiempos y el mercado cambia nosotros nos movemos con él.

Peluquería y Empresa irremediablemente son inseparables y estoy totalmente de acuerdo con el concepto de adaptarse a los nuevos tiempos pero me niego a caer en todo eso del: Coaching, Outsourcing, E-learning, etc.

 ¿Debemos entrenar nuestra mente y enseñar a vender a nuestro equipo y ni siquiera se escribe en castellano...?  de esta manera los únicos que se beneficiarán serán los que tienen grandes capitales para invertir en formar a gente que rentabilice su negocio, aunque tengo claro que es muy difícil nacer o prepararse para servir para hacer de todo.

Por otro lado tenemos el estigma de que la profesión se ha degenerado mucho, existe una competencia tan feroz que nadie cobra lo que debería por un buen servicio, ya no se trata de poner un precio relacionado con el coste y la productividad, hay precios que hacen pensar al cliente que su dinero es mucho más rentable y es que claro, la hija de Juana, la vecina del cuarto no quiere estudiar y ha montado un mini salón basado en su formación (un año) y dice vender imagen, hace cabezas de gallina o gallo, que acaban por marcar tendencia en el barrio. El que no se consuela es porque no quiere, si mi vecina lleva las mechas naranjas y a bocaos y siguen vivas socialmente por qué no va ha seguir la hija de Juanita con su salón de belleza.

Ahora sí, intento valorarme yo en un oficio donde se está perdiendo la ética, la cultura, los valores... puedo pensar que valgo mucho, pero pagan los demás y sois pocos los que lo entiendeis, muchas gracias por seguirme.

          Jordi Catalá